Muchos perros, tal vez la mayoría, ladran para ahuyentar lo que consideran una amenaza. Es por esto que los perros nerviosos o inseguros son mucho más escandalosos que los perros seguros de sí mismos.
En un primer escenario, consideremos que hay que hacer cuando a ti te ladra un perro. Debes conocer las señales de advertencia del perro, si te gruñe, ladra o enseña los dientes es un claro indicio de que no te quiere cerca, pero si corres te perseguirá como una presa. Evita contacto visual, no le ofrezcas tus manos para olerlas, es mejor quedarte inmóvil, viendo hacia el piso o hacia otro lado hasta que el perro se calme y se vaya.
Si tu perro es el que ladra, debes enseñarle que ese no es un comportamiento agradable para los demás (humanos y perros). Identifica porque ladra ¿quiere ahuyentar a una amenaza o quiere llamar la atención? Una buena alternativa es darle vuelta al perro y llevarlo al lado contrario de la persona o perro al que le ladra. Una vez que esté tranquilo regresa. También funciona alejarlo y premiarlo, una vez que dejó de ladrar. Si lo que busca es atención, has esto de llevarlo a otro lado sin hablarle, al hablarle le estas dando atención, aunque lo estés regañando, estas dándole atención.
Hay que tener mucho cuidado de no limitar las señales de advertencia del perro. Un perro tratará de alejar a la amenaza ladrando, si siempre que lo hace lo regañamos estamos reprimiendo la señal de advertencia y le estamos enseñando también que sus ladridos no son suficientes para ahuyentar la amenaza, entonces, es posible que con el tiempo el perro al sentirse amenazado se salte esta etapa de advertir y vaya directo a atacar, ha aprendido que su presencia y ladridos no son suficientes para ahuyentar a la amenaza y que además no debe hacerlo, porque siempre lo regañas.
Si el perro es inseguro, lo mejor es darle confianza, llenarlo de experiencias positivas en las situaciones que le ponen nervioso. Una experiencia positiva es donde come o juega. Si la situación lo estresa demasiado, no aceptará ni comer, ni jugar, esto significa que debes ir más despacio, o también, que debes probar recompensas más interesantes que las que usas en situaciones que no lo estresen. Recuerda hacer una jerarquía de las cosas que le gustan a tu perro.
Además, puedes enseñarle la instrucción SILENCIO. El inicio es asociar la recompensa favorita con la palabra SILENCIO. Esa recompensa no la usarás en ninguna otra situación, solo tendrá acceso a ella cuando escuche la palabra SILENCIO. Cuando el perro este tranquilo en casa, iniciarás el entrenamiento, le dirás la palabra SILENCIO y premiarás con eso que solo se usará en estas circunstancias. Ejemplo: ¡SILENCIO! LO TOMAS DEL COLLAR y le das ese premio. Repetir unas 5 veces (palabra y premio). Suspender (no le pidas que se siente, no le pidas nada al perro). Avanzarás al siguiente paso hasta que logres tomar del collar al perro antes de darle la recompensa. Una vez que el perro se deja tomar del collar (después de varios días de entrenamiento), le pediremos que de unos pasos para recibir su premio. Nos alejamos 2 o 3 pasos y le decimos la palabra SILENCIO, lo tomamos del collar y le damos el premio. Ve incrementando la distancia y las distracciones poco a poco, pero aún no utilices la palabra SILENCIO cuando el perro ladre. Ya que logres que el perro venga de donde este cuando escuche la palabra silencio, entonces puedes probarlo cuando ladre. Párate junto a tu perro, de preferencia con correa y con las recompensas listas, pídele a alguien que toque el timbre e inmediatamente que escuchas el timbre le dices SILENCIO y le das su recompensa. Repite muchas veces antes de hacerlo en la situación real.
Si tienes dificultades, comunícate a ENTRENACAN para ayudarte en el proceso.
Mónica González, Ph.D., CPDT-KA
(Certified Professional Dog Trainer)
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