El Rincón de Figaro

#MeVuelvoPerro: ¡Mi perro muerde todo y sabe que está mal!

por Karla Senties en Feb 12, 2019

 

 En pet n’GO nos preocupamos mucho por el bienestar de nuestras mascotas y la manera en que interactuamos con ellas y siempre buscamos maneras para mejorar la relación y el vínculo humano-animal que tenemos con las mismas. Creemos que una de las formas más apropiadas para lograrlo es, como todo, mediante la información correcta y el conocimiento adquirido que otros (expertos) nos pueden proporcionar.

Por esa misma preocupación e interés, hemos creado una nueva sección llamada “Me Vuelvo perro” en donde expertos nos ayudarán y asesorarán sobre diversos temas de perros pero con un pequeño cambio: ahora aprenderemos desde una perspectiva completamente animal. ¿No es genial? Esta es la mejor oportunidad para poder entender mejor a nuestros peludines y mejorar la convivencia con ellos y darles siempre lo mejor de lo mejor.

Les dejamos el primer ejemplo de esta nueva sección.

“Tenemos a un cachorro de 8 meses y en los últimos dos meses lo hemos descubierto mordiendo el sillón de la sala, primero comenzó con las patas y ahora el sillón ya tiene un gran agujero en uno de los costados, obviamente hemos regañado al perro tantas veces como nos es posible, si sigue a ese ritmo, en un mes no quedará nada de nuestro sillón.

Ahora nuestro cachorro ya no muerde el sillón si nosotros estamos presentes, pero basta que salgamos sólo 5 minutos de casa y se vuelve el mismísimo demonio de Tasmania. Cuando llegamos a casa y vemos los destrozos, el cachorro se escabulle con las orejas hacia atrás y la cabeza baja."

Nuestra perspectiva: El perro aprende de nuestros castigos y sabe que morder el sillón es malo; sin embargo, a nuestro perro no le gusta quedarse sólo y en venganza muerde lo que queda del sillón cada vez que lo dejamos sólo. El perro deliberadamente hace algo que no debe y se siente culpable cuando nos ve entrar por la puerta y hasta nos pide perdón por haber hecho las fechorías.

La perspectiva del perro: El perro ha asociado que morder el sillón cuando estamos en casa es peligroso porque lo regañamos, pero no hay ningún peligro cuando nos ausentamos. Por aburrimiento o por ansiedad el perro mordisquea algo pues lo hace sentir mejor. Más tarde cuando volvemos a casa el perro realiza señales de calma: orejas hacia atrás, bajar la cabeza, escabullirse, etc., para evitar o disminuir el castigo que le solemos aplicar al entrar a casa. Nuestra llegada y la conducta que anticipa nuestro castigo se ha convertido en un aviso para él, el perro sabe que estamos a punto de castigarlo pero no sabe por qué.

Si quieres evitar una situación parecida a la arriba mencionada es importante el ejercicio regular en tu perro, dejarle algún juguete como estos para que pueda entretenerse mientras tu no estas. Estos juguetes pueden ser de cuerda, de peluche, que hagan algún sonido o los que puedes rellenar de algo delicioso.

Es nuestra responsabilidad conocer las necesidades de las especies con las que queremos convivir, esto incluye modificar ciertos comportamientos respetando en la medida de lo posible su naturaleza, el perro es perro, no es humano con disfraz de perro, necesitamos conocer su naturaleza para aprender a comunicarnos y relacionarnos mejor con él.

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