Cuando el cachorro llega a su nuevo hogar, una de las palabras que más escucha es NO, después los dueños buscan asesoría y una queja común es que el perro no hace caso y que por más que se le dice que NO el perro no entiende y sigue haciendo las cosas que al dueño le molestan.
Esta situación es bastante común.
Ahora veamos la perspectiva del perro. Los perros tienen una sorprendente habilidad de asociación y de identificar patrones. Cuando algo se presenta muchas veces al mismo tiempo o justo antes de otra cosa el perro aprende la asociación. Un ejemplo típico es cuando el dueño agarra las llaves y el perro ya sabe que eso significa que se va a ir, o cuando agarra la correa y el perro sabe que habrá un paseo.
Los humanos empiezan a decirle NO al perro para todo y la pregunta es ¿ya asociaron esa palabra a una acción? La mayoría de las veces no ha habido tal asociación y como la palabra NO es la que más escucha el perro, también hay perros que creen que se llaman NO y tienen dificultad para atender a su nombre. Recuerda cómo enseñarle su nombre al perro.
Cuando por alguna casualidad el perro entiende el NO, el mensaje que suele recibir el perro es “deja de hacer eso” y el mensaje que el dueño quisiera que recibiera es “nunca jamás vuelvas a hacer eso”.
Y entonces, ¿qué hacemos?
Nunca uses su nombre para regañarlo; es mejor prevenir que corregir.
Para eso funciona mucho la instrucción DEJA. Así enseñamos al perro a respetar las cosas que no queremos que agarre o muerda. De esta misma forma puedes enseñarle que significa la palabra NO; también es necesario enseñarle límites.
Cuando le digas NO o DEJA, le estás indicando qué cosas no están permitidas, inmediatamente después debes darle una alternativa, por ejemplo le dices DEJA para que no muerda los zapatos y le dices TOMA al darle un juguete para morder. Si no le das la alternativa el perro improvisará.
Repítelo muchas veces para formar el hábito.
Recuerda que el juguete más interesante para morder será el juguete que no estaba ahí hace un momento, si siempre tiene a su alcance todos los juguetes, en el momento en que aparezca algo nuevo (un tapete, un zapato, propaganda, el recibo de algún servicio, etc.) ese será el juguete novedoso y el que morderá. Por eso es recomendable que tenga muchos juguetes, pero guardar algunos y prestarle otros, luego guarda esos y préstale los que estaban guardados. Disfruta el entrenamiento.
Mónica González, Ph.D., CPDT-KA
(Certified Professional Dog Trainer)
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